Voleibol y Segovia

Empieza a meterse el verano en la cabeza y con él los litros de cerveza congelada en el cuerpo para evitar morir derretido en cualquier esquina (lo sentimos por las nieblas permanentes del norte!). En breves momentos, el país se paralizará para comprobar si "la roja" consigue rematar a los alemanones. Algunos el viernes ya hemos asistido a animar a esa misma "roja", esta vez de voleibol, que se enfrentaba a Bulgaria en un partido de la Liga Mundial. Uno hizo sus pinitos en este deporte cuando se dedicaba a bachillear un rato. Han cambiado algunas reglas, pero bueno, para enterarnos los justito dió. ¡También pudimos en voleibol y ganamos a toda la panda de búlgaros en cuatro juegos (si se quiere saber más sobre este deporte, acudid a la Wikipedia, por favor!). ¡Gracias a Mayte y a Marcos por conseguir las invitaciones (siempre andamos rampiñeando algunos de nosotros con este tipo de cosas) y por el buen rato!

El sábado tocaba...¡excursión a Segovia! Que es una vergüeza llevar aquí más de un lustro y no haber visto a cuento de qué mangaron los romanos un acueducto por mitad del pueblo. Muy ricos los bocadillos y los huesitos Ana (muchas gracias también!) y una forma estupenda de pasar el día alejados de los infiernos de asfalto (es mucho más agradable pasarse un rato en plan dominguero tiraos en un prao frente al río. Eso sí, de la caminata tardaré unos cuantos siglos en recuperarme. ¡Qué cuerpo de mierda tengo!). Aquí quedan unas fotos de ejemplo.

Lo próximo podría ser ver a Vargas Llosa y Aitana Sánchez Gijón con sus "Mil y una noches" en los Jardines Sabatines y...¡a playear por Nerja! Pero esto ya son...otras historias.